NAVES AVICOLAS
Las naves avicolas (cuyos precios varían desde 50 €/m2 en 720 m2, ó 60 €/m2 en 1680 m2) son uno de los componentes esenciales de la avicultura, que a su vez es una de las producciones ganaderas más importantes de España, es una gran industria en toda regla, por lo que una especialización en la construcción de las granjas es nuestra razón de ser, nuestra motivación.
Nuestras naves avicolas son estancas, aisladas térmicamente a base de paneles sándwich de 40, 50 y 60 mm, dispuestos en la cubierta y en las fachadas. Pueden incorporar falso techo tipo PURAL o POLIPUR dependiendo del clima donde se ubique la nave.
Los portones son realizados con panel sándwich del mismo tipo y grosor que los paneles de las fachadas, para garantizar el mismo aislamiento. El sellado entre todas las juntas es opcional dependiendo de la zona climática.
Todas nuestras granjas avicolas disponen de uno o dos almacenes o lazaretos en un extremo para albergar el cuadro de control eléctrico, y los autómatas del sistema de medicación, comederos, bebederos, cooling, ventiladores, etc.
Varios son los aspectos a tener en cuenta en la instalación de una granja avicola:
• Cada vez es más necesario contar con partidas de pollos con un crecimiento más programado, todo ello a partir de unas condiciones predefinidas por el integrador, que tiene una demanda determinada y debe conocer con precisión lo que puede ofertar mes a mes.
• Las tiendas demanda una mayor calidad debido al cambio de mentalidad de los consumidores, que tienen a animales cada vez menos controlados genéticamente (menos transgénicos), requiriendo productos de la mayor calidad natural posible, y con una mayor seguridad alimenticia.
• Los diferentes gobiernos centrales Europeos cada vez tienen mayores exigencias en el nivel de bienestar animal, por lo que las granjas debe ser flexibles y adaptadas a dicha normativa.
• Se deben evitar al máximo los diferentes tipos de enfermedades que disminuyan el rendimiento de la granja, por tanto la limpieza y hermeticidad son fundamentales en nuestras instalaciones.
• Las integradoras cada vez requieren una menor variabilidad genética dentro de cada lote por lo que un control del pollo en su origen es fundamental. Para ello se utiliza un control genético de las aves que debe ser el óptimo para una mayor conversión del kilo de pienso a kilo de carne, en definitiva para lograr un mayor rendimiento.
• Es fundamental que los pollitos se encuentren un entorno, dentro de la granja avicola bien diseñado y controlado, que estén bien equipadas y limpias, desinfectándolas correctamente en los cambios de camadas.
• La temperatura, humedad y salubridad en las naves avicolas debe ser muy cuidado, para lograr un ambiente idóneo para la tranquilidad y sosiego de los animales, con una calidad de aire y espacio perfectamente pensadas.
• Las gallinas son estrictamente diurnas, por lo que un buen control de la iluminación aumentará el rendimiento de la granja.
Naves para gallinas
Es muy importante que los animales se mantengan con una buena termperatura corporal, que normalmente está situada entre los 37,5 ºC (al nacer) y los 41,5 ºC (a los 15 días), para ello un buen aislamiento de techos y paredes mediante paneles sándwich de poliuretano es fundamental. La solera, en las naves avicolas, se aislará por sí misma con la cama de cáscara de arroz. Las aves deben mantenerse en la zona de neutralidad térmica, que es la gama de temperatura donde las aves se sienten confortables. Esta temperatura varía con la edad y depende también de la humedad relativa del ambiente. Un buen control de todos estos factores aumentará la producción.
En nuestra organización, usted como avicultor encontrará todo el asesoramiento necesario para construir su nave avicola con una optimización de recursos inmejorable, con una economía de costes asombrosa. Pídanos precio sin compromiso, en un par de días tendrá usted su descompuesto detallado con todo lo que le incluye nuestro presupuesto.
Optimizamos la cimentación, la estructura y los paneles de cobertura, para que pueda usted realizar una inversión lo más baja posible en la envolvente térmica, centrándose en los sistemas e instalaciones de control y de la alimentación.
INSTALACIONES de una nave avicola
La situación de una nave avícola es fundamental y en ella intervienen varios factores a considerar:
Elección del terreno
Para la situación de nuestra nave avicola, debemos buscar un terreno con un cierto abrigo, es decir, no debemos situarlo en la cima de una loma o montículo, porque estará expuesto a corrientes muy fuertes de aire, que harán incontrolable la temperatura y la ventilación adecuada en el interior, ya que las ventanas pueden provocar una entrada excesiva de aire (golpes de viento), o una succión inesperada, desestabilizando todo el control del ambiente interior.
Tampoco debemos situarla en el fondo de un pequeño valle o vaguada, o las corrientes de agua en caso de lluvias torrenciales podrían provocar una inundación de la nave avicola, con el consiguiente desastre para los pollos.
Lo ideal es que el terreno tenga una cierta pendiente de no menos del 1% y no más del 5%. Con ello facilitaremos el drenaje de subsuelo de la nave (bajo la solera), para que no haya encharcamientos que se traduzcan en humedad de la solera y por tanto humedad de la yacija o cama de arroz.
Por imposición legal y lógica tampoco podrá estar cerca de cascos urbanos, ya que los gases y olores que dimanan de la granja, sobre todo en periodos de limpieza o cambio de camada, a buen seguro serían molestos para la población. Además hay que evitar en lo posible que pequeños roedores o ratas lleguen desde la ciudad o pueblo hasta la instalación de nuestra nave avicola, propagando enfermedades muy infecciosas y virulentas.
Viás de comunicación
Los caminos de acceso a la granja avicola, deberán ser lo más planos y lisos posibles, sin curvas cerradas, estando bien drenaos y firmes, para evitar los blandones y los barros en caso de lluvias fuertes. El trasiego de los camiones para la retirada de pollos o la llegada de los pollitos y otros materiales, debe ser cómodo para el camión y para los animales. Así también evitaremos quedarnos aislados en el caso de lluvias torrenciales.
En el caso de granjas de gallinas ponedoras o de puesta de huevos, durante el transporte por los caminos de las fincas se producen la mayor parte de las roturas de los huevos, por lo que hay que tratar de evitar todos estos problemas.
En cuanto a las vías de comunicación o carreteras, será inevitable la elección de dónde se sitúe la granja, pues evidentemente tendremos que conformarnos con las carreteras que tengamos en nuestra comarca, ya que no vamos a cambiar nuestra residencia por este problema. En todo caso cuando mejor esté comunicada la granja, o más cerca esté de la empresa integradora (si trabajamos con una), menores costes de transporte tendremos o tendrá la integradora, permitiéndonos mayores márgenes comerciales.
Servicios y abastecimientos
Lo más importante es contar con un abastecimiento de energía eléctrica, o al menos que la línea de alta más cercana pase cerca de nuestra ubicación, para que el gasto de traer la corriente eléctrica en alta tensión hasta nuestra granja, sea el menor posible, ya que esta parte representa uno de los importes mayores y más imprevistos de todos, o menos esperado o sorpresivo.
En cuanto al agua, sería ideal disponer de un rio o arroyo cercano, o de un abastecimiento municipal próximo, pero no disponer del mismo no suele ser un problema importante para las naves avicolas, ya que lo normal es realizar un pozo de perforación para buscar el agua necesaria.
En tercer lugar estaría el disponer al menos de una buena comunicación o antena de telefonía móvil cercana, para poder manejar nuestra granja de pollos en cuanto a solicitudes de abastecimientos de materiales, desde la propia nave, disponer de una oficina completa y poder así realizar pedidos y realizar llamadas sobre la marcha. También nos sirve para que los sistemas de alarma están siempre en comunicación con nuestro teléfono móvil, para acudir inmediatamente en caso de problemas con el control de temperatura, del aire y de la alimentación o agua de nuestra granja avicola.